Hay momentos en que deseo que las palabras fueran tierra y l imaginación el agua y luego mezclarlas y hacer un barro moldeable, me gusta mucho la alfarería, en realidad me gustan todas la artesanías y me dedicaría a hacer figuras con esas palabras de tierra y esa imaginación de agua, creo que tendría mejor suerte ya que como escritor soy un fracaso y más como poeta.
Así como tengo mi colección de Quijotes de lámina, fierro, barro, cerámica, pasta.vidrio, así podría experimentar con letras hechas palabras y las moldearía, las tallaría, las soplaría y luego las iría colocando en repisas, todas mis figuras serían diferentes porque jamás emplearía un molde para hacerla, serían piezas originales, únicas.
En esa misma corriente de locura, imagino tener una hortaliza de palabras... creo que la llamaría 'logortaliza'; las cultivaría con amor y cuando estuvieran maduras iría diariamente a cosecharlas para preparar una deliciosa ensalada aderezada con salsa de recuerdos, algo amargo de frustración y una pizca de evocación dulce.
Ah, si yo fuera artesano u hortelano...
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Me encantó ��
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